¡Ni un paso atrás, siempre adelante!

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En la sección de políticos en la historia no podemos dejar de recordar al político liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, uno de los lideres con mayor reconocimiento en el país aún después de haber transcurrido 27 años de su trágico magnicidio en el municipio de Soacha – Cundinamarca, cuando transcurría su segunda campaña por la Presidencia de Colombia y en donde se vislumbraba como seguro ganador.

Sus inicios como figura pública se dieron en el periodismo como subdirector del prestigioso diario El Tiempo, más adelante como el Ministro de Educación más joven de la historia de Colombia y como Embajador en Italia. Como Ministro obtuvo un reconocimiento por su desempeño a nivel nacional, ya que impulsó proyectos que contribuyeron al desarrollo de un mejor sistema educativo con propuestas como; implementación de la educación gratuita y obligatoria a los niños por nueve años,  la validación del bachillerato para personas mayores de 25 años, presentó la ley de impuesto a los cigarrillos para financiación del deporte, la reforma al sistema universitario, entre otros.

También se desempeñó como docente universitario con la catedra sobre Historia de las Ideas Políticas y de Derecho Civil en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad Pontificia Javeriana respectivamente. De manera sobresaliente y crítica ejerció como columnista dentro de los medios de comunicación Nueva Frontera, El Colombiano y Vanguardia Liberal.

En 1979 funda el Movimiento Nuevo Liberalismo tras retirarse del Partido Liberal argumentando problemas de corrupción entre el conglomerado rojo. Con su Movimiento llega varias veces al Congreso de la Republica donde obtiene reconocimiento a nivel nacional e internacional gracias a sus debates altamente argumentados donde exponía de manera sincera la ineficiencia del Estado colombiano y su captación por parte del narcotráfico.

Abogado, economista y gran orador se mantuvo firme al denunciar el clientelismo, la corrupción en las grandes esferas de la política, la descomposición dentro de los partidos políticos y el narcotráfico, que para entonces ya había permeado a la sociedad colombiana, convirtiéndolo de manera simultánea en blanco de los grandes capos de la droga y en el representante más fiel de la sociedad oprimida colombiana.

Con un discurso vital, carismático y sencillo ha sido uno de los políticos más queridos de la historia, sin distinción social y política. Sus fervientes denuncias y la manera crítica en la que describió la sociedad colombiano hoy siguen siendo un referente memorable:

“La democracia no se la regalan a ningún pueblo; La democracia se la tiene que ganar un pueblo”

Desde que hizo su aparición como Congresista mantuvo firme las ideas del Movimiento Nuevo Liberalismo durante todo su ejercicio público, donde promulgaba “la moralización de las prácticas políticas” como eje principal, la descentralización del poder político mediante el fortalecimiento institucional de las regiones, la inversión en la educación como pilar de la sociedad, la participación ciudadana para el fortalecimiento de la democracia y la lucha contra el narcotráfico como una necesidad imperante para lograr “una paz auténtica y perdurable”. Ideario que aún cuenta con trascendencia y sigue siendo un reto para el sistema político del país.

Con su firme discurso en contra del narcotráfico y su apoyo al tratado de extradición se convirtió en blando de los grandes capos, en una época donde el crimen reinaba fue asesinado el 18 de agosto de 1989, suceso que marcó la historia política del país, en el que miles de colombianos lamentaron la pérdida del seguro futuro presidente pero en el que se reafirmó la frase mencionada por el mismo Galán: “Se pueden matar a los hombres pero no a las ideas”.

“No hay democracia si no se entiende la Nación como una misión colectiva, un compromiso de todos”

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