Mauricio Tobón, fuera de lo convencional

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Mauricio Tobón es uno de esos personajes que deja huella donde está, puede gustar o no; pero no pasa desapercibido y esa tal vez es su característica principal si alguien que no lo conoce pidiera definirlo. Sin grandes respaldos políticos llegó a ser concejal de Medellín y presidente de esa Corporación y posteriormente a ese ejercicio se le vio más metido en el mundo privado que en el público, aunque su presencia en la política se mantenía. Cercano a los dirigentes de varias tendencias logró estar vigente y desde hace un par de elecciones su nombre suena para Congreso, Alcaldía de Medellín y ahora para Gobernación de Antioquia.

No es fácil encontrar, además, un dirigente arriesgado y de posiciones firmes. La palabra ‘arriesgado’ para muchos puede tener un significado negativo, pero en el caso de Mauricio Tobón, supone exactamente lo contrario: las grandes obras se logran porque hay alguien que se sale de lo convencional y se atreve a pensar diferente. Y para ir en contra de la corriente se necesita firmeza: su estatura y el tono de su voz le ayudan para demostrar que lo que dice va en serio.

En diciembre de 2015, en un accidente cuando compartía con su familia, Tobón perdió uno de sus ojos, uno de los momentos más difíciles que sin duda le cambió la vida. Aprender a reconocerse a sí mismo después de este golpe le permitió darse cuenta que las cosas buenas no se tienen para siempre. Recientemente, además, había salido de otro golpe: mientras gerenciaba la muy segura victoria de Juan Carlos Vélez, una vuelta del destino por menos de un punto porcentual, le dio la victoria a su rival.

Sin embargo, el Gobernador electo Luis Pérez Gutiérrez pensó en él para una de las grandes apuestas de su mandato: recuperar el IDEA de las pérdidas que venían volviéndose costumbre en los años previos. Esta entidad había sido creada como motor del desarrollo en el departamento, pero los números en rojo que se conocían y se conocerían con más veras después, hacían inminente que un timonel con arrojo pusiera la casa en orden, después de recibirla perdiendo casi 28.000 millones de pesos de manos de la administración de Sergio Fajardo.

El IDEA se estabiliza

 Con buenas decisiones el IDEA logró superar sus perspectivas negativas y se convirtió en el impulsador de proyectos detonantes para Antioquia, el puerto en Urabá, Hidroituango, el Ferrocarril, son el tipo de sueños para los que fue fundado el IDEA en 1964, paradójicamente con la venta del Ferrocarril: más de 50 años después la misma entidad que recibió los dineros fruto de una mala decisión es quien le revive esa ilusión al Departamento.

El gobernador Luis Pérez se lamentaba porque la entidad había dejado de financiar grandes obras para el desarrollo del Departamento. “Recuperamos el rumbo”, ha dicho varias veces a los medios, luego de ver materializada la participación del IDEA en las obras citadas.

Pero no es sólo de buenas intenciones de lo que se vive en esta nueva etapa del IDEA, a un año de la nueva administración, la entidad arrojó utilidades por más de 7.000 millones y a finales de 2018, habrá duplicado esa cifra. Como se decía en las primeras líneas de este artículo, la política es subjetiva y puede gustarse o no de un dirigente, pero los números no se controvierten y el informe que rindió Mauricio Tobón a finales de octubre demuestra que hay una nueva realidad.

¿Qué viene para Mauricio Tobón?

Ante la inminente renuncia al IDEA, los analistas empezaron a especular con que podría ser candidato a la Alcaldía de Medellín, sin embargo, él mismo aclaró que le interesa ser gobernador, aunque no ha definido qué tipo de respaldo busca. Podría competir por el aval del Centro Democrático con Andrés Guerra, quien se ha mostrado dispuesto a aceptar cualquier mecanismo concertado, podría tener el aval de otro partido y luego ir a una consulta interpartidista con el candidato del CD o ir con firmas hasta el final.

A menos de un año de las elecciones regionales, hay pocos aspirantes a suceder al actual Gobernador y dentro de los cálculos de la gran mayoría de los opinadores aparece el nombre de Tobón. Esa mayoría coincide con que podría llegar a una final donde nada está escrito aún y que dependerá mucho de los movimientos que logren hacerse en el segundo trimestre del año, para llegar con solidez al momento en el que la ciudadanía concentra sus ojos en la campaña que es donde -a diferencia de otras elecciones- la suerte se va a echar.

La gran ventaja de Mauricio es su cercanía con los equipos políticos, que podrían aportarle solidez a su proyecto, sin embargo, esa misma ventaja podría irse en su contra si no logra convertirse en una figura viable para el mes de julio. Lo anterior significa que los apoyos que vaya a recibir en el primer semestre se irán a cimentar sólo si los números de las encuestas lo ubican como uno de los dos punteros, de otra forma quienes le juren amor eterno se deslizarán de la misma manera que llegaron.

Las campañas políticas se construyen sobre una diversidad enorme de pilares, dependiendo del candidato. Algunas tienen que apostarle a lograr un mayor reconocimiento, otras a conseguir el aval de un partido; todas al final dependerán de cómo avance la campaña en los últimos dos meses.

La de Tobón estará firme si se conjugan dos variables: apoyo político y resultado de encuestas.

Con la primera realmente no tiene mayores dificultades, por su cercanía con la actual administración, por su recorrido político y porque no se ven en el horizonte candidatos de su mismo nicho; pero la segunda dependerá mucho de cómo se mueva en medio de las arenas tan difíciles del calendario electoral, en la que se sanciona cualquier indicio de campaña previa a la fecha de inicio.

¿El candidato del Gobierno?

 Ni en su período como alcalde, ni en el de gobernador, Luis Pérez ha dejado entrever intenciones de meterse en el proyecto de dejar sucesor, lo anterior se explica en su liderazgo individual, que no pertenece a partidos. No puede dejar de verse a Pérez como una marca y difícilmente él ha abierto la puerta para que otros se cuelguen de esa marca, por eso la pregunta que ronda en estos meses previos al proceso es si Mauricio es el candidato del actual gobierno.

Nadie podría ufanarse de tener la certeza para responderla, por lo prudente que son sobre estos asuntos el Gobernador y el mismo exgerente del IDEA, sin embargo, en el imaginario quedará la sensación de que si alguien tiene que defender al actual gobierno en la próxima campaña es Mauricio Tobón; aunque difícilmente habrá un opositor declarado a Luis Pérez, salvo -posiblemente- el candidato del Polo Democrático.

Lo anterior lleva a la deducción simple de que la campaña que va a empezar en unos meses no tendrá como punto de foco la continuidad o el cambio.

¿Cuál puede ser el issue de campaña, entonces?, ¿cuál puede favorecerle o perjudicarle a Tobón? Dependerá de cómo se mueva el final del actual gobierno: si las obras detonantes de las que participó él como gerente del IDEA se encaminan, seguramente podrá unirlas a su discurso y proponer un complemento social con resultados inmediatos; pero si por alguna razón no despegan con desarrollos tangibles, tendrá problemas y deberá ser (¡muy!) creativo para explicar los retrasos.

El reto de Mauricio Tobón empezó el día de su posesión en el IDEA, dio un primer paso al terminar su gestión siendo un candidato viable; pero su punto de quiebre para saber si prosperará lo veremos en julio de 2019. Una campaña fuera de lo convencional. Como él.

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