Julio César Turbay Ayala

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Presidente de Colombia 1978 – 1982. Amplia trayectoria política en el Partido Liberal.
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Julio César Turbay Ayala fue Presidente de Colombia entre 1978 y 1982, el segundo mandatario electo democráticamente después de finalizar el Frente Nacional. Falleció el 13 de septiembre de 2005, dejando atrás una trayectoria política fiel al Partido Liberal y donde la polémica en su vida, pública y privada, fueron una constante.

 

 

 

Desde el inicio de su carrera como político produjo controversia, siendo el primer presidente de Colombia que asumió el cargo sin terminar sus estudios de bachillerato y por estar casado con su sobrina Nydia Quintero Turbay, con la que tuvo cuatro hijos y de la cual se separaría mucho más adelante para contraer nuevamente matrimonio con Amparo Canal.

Su vida política siempre estuvo ligada al Partido Liberal, organización a la que se mantuvo fiel y representó durante su largo recorrido en ejercicio público. Dirigió y fundó uno de los pocos medios de comunicación liberales de la época, hizo parte del Directorio del Partido Liberal gran parte de su trayectoria política y participó en los gabinetes de Gobierno de los Presidentes liberales durante el bipartidismo del Frente Nacional y posterior a su ejercicio como presidente. Incursionó en el plano electoral de la mano de importantes personajes para la historia política del país, tales como; Alfonso López Michelsen y Alfonso López Pumarejo. Fue Concejal, Diputado, Representante a la Cámara, Senador y Embajador de Colombia, es decir, ocupó casi todos los cargos que un político puede aspirar en su carrera.

“Mi elección, evocando la memoria de mis progenitores, un honesto inmigrante cristiano del Medio Oriente y una virtuosa mujer de la provincia cundinamarquesa, se la ofrendo emocionado al pueblo” Turbay

Turbay Ayala se convierte en el primer mandatario de los colombianos en 1978, periodo donde logró inmortalizarse en la historia del país debido a sus importantes iniciativas en materia de apertura económica, la creación del Plan de Integración Nacional con el que impulsó la infraestructura del país, y por el fuerte apoyo a una incipiente industria minera. Además, de ser recordado por desarrollar políticas estrictas y controvertidas en materia de seguridad, tal es el caso del Estatuto de Seguridad (Artículo 121 de la Constitución Nacional) que recibió críticas al interior y exterior del país por sus acciones autoritarias y severas para contrarrestar las insurgencias y al narcotráfico, donde incluso se le acuso de atentar contra los derechos humanos.

Su mandato estuvo traslapado por el surgimiento y fortalecimiento de grupos al margen de la ley y bandas dedicados al narcotráfico. Enfrentó importantes escándalos de inseguridad, entre ellos, el robo de más de cinco mil armas del Cantón Norte de Bogotá por parte de la guerrilla del M19, la toma de la Embajada de República Dominicana, por el mismo grupo insurgente, y el recrudecimiento de flagelos como la extorsión y el secuestro.

Ahora bien, a pesar de ejercer su mandato en un contexto de turbulencia, hoy es recordado como un mandatario firme en sus políticas y a sus ideales liberales. Un representante auténtico del Partido Liberal, colectividad a la que siempre representó con pasión y por la cual hoy es recordado como uno de sus máximos líderes.

 

Destacados

Fue el Presidente que introdujo la televisión a color a Colombia.

El Presidente Turbay era reconocido por el uso de corbatín, costumbre que heredó del expresidente Alfonso López Pumarejo.

Julio César Turbay Ayala fue electo presidente con 2’503.681 votos, obteniendo el 49.33% del total, mientras que su contrincante Belisario Betancur, del Partido Conservador, obtuvo 2’356.620 votos, el 46.43% del total de sufragios emitidos.

Uno de los momentos más difíciles de su vida personal fue el asesinato de su hija Diana Turbay, a manos del grupo autodenominado “Los extraditables”, liderado por el narcotraficante Pablo Escobar, quienes buscaban presionar al Gobierno de César Gaviria para derribar las políticas de extradición mediante el secuestro de personalidades políticas del país.

Es recordado por su emblemática frase: “Hay que reducir la corrupción a sus justas proporciones”

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