Woodstock congregó a una población juvenil que venía con ganas de manifestarse en contra de una tensión política que se vivía en la época y que quería exponer su intención de Paz y Música.
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Para la década de los 60 el mundo convulsionaba bajo el ruido de las bombas que caían en Vietnam, las segregaciones raciales, el advenimiento de la psicodelia, la revolución sexual, el pensamiento ecologista, los movimientos por los derechos civiles dirigidos por Martin Luther King, las marchas estudiantiles de mayo del 68, la llegada del hombre a la luna, las marchas contra la OTAN y el armamento nuclear y la muerte del presidente Kennedy hicieron un coctel de sucesos que abonaría el camino a una ciudadanía emergente dispuesta a desafiar el sistema político y cultural imperante.
Esta nueva generación, que estuvo escondida por largo tiempo; ser joven o vivir con las vicisitudes propias de un joven no se contemplaban, el camino más común, como lo muestra el periodista Jon Savage (2007) era pasar de ser niño a la adultez, empezó a acrecentarse con fuerza, su construcción de identidad y absorción de los acontecimientos sociales de la época le dieron el plus necesario para cimentar su autonomía, rebeldía cultural e independencia.
Esta forma de ver el mundo se transformó en un movimiento juvenil de conciencia y masificado, que hizo escala a través de los hippies, afianzó una contracultura y expuso a una generación con un proyecto de vida donde la posibilidad de habitar el planeta podría ser diferente a lo planteado hasta ese momento.
Estos nuevos contextos encontraron en la música un cómplice, la banda sonora donde la creatividad, el arte, la cultura, la conciencia expandida, lo espiritual, el amor y la paz se daban cita y donde uno de sus exponentes más reconocidos era el Rock and roll; vehículo que sirvió como aglutinante para esta generación, se cantaba lo que sucedía y la conciencia social se hacía música.
Para 1969 Woodstock personificó toda esa rebeldía cultural, un concierto de rock y de arte que contó con más de 400 mil asistentes bajo la consigna de amor y paz, un cartel de 32 artistas de gran trayectoria entre los que se cuenta Jimi Hendrix, Santana, Janis Joplin y The Who, tres días donde se construyó un espacio cultural y generacional y se abrió un mundo para la juventud y que quedó marcado para la historia, tal como expresaría el crítico Al Aronowitz quien denomino este escenario “el mejor momento de los sesenta”.
Woodstock se convirtió entonces en un manifiesto en contra de la guerra, una voz para el derecho al discurso libre y alimentar los niveles de conciencia social, de justicia y equidad; un llamado contra el racismo, una búsqueda por la utopía, por un mundo mejor y fraterno, un espacio donde se construye el sueño de que otra humanidad es posible y que los jóvenes pueden transformar el mundo.
• Woodstock se llevó a cabo desde el viernes 15 hasta la madrugada del lunes 18 de agosto de 1969.
• Este festival se documentó en Woodstock: 3 days of peace and music, que ganó un Premio Oscar al mejor documental en 1970.
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