#TBT Recordando a La Cicciolina – de Actriz Porno a Diputada italiana

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Ilona Staller, estrella del espectáculo pornográfico, ocupó uno de los 950 escaños del parlamento italiano entre 1987 y 1991.
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#TBT | La Cicciolina, actriz porno y diputada de Italia

Iliona Storner, La Cicciolina, en el parlamento italiano, 1988. Foto: Wikkimedia Commons (Licencia CC).

Hace 30 años la Cámara de Diputados de Italia tenía entre sus 630 integrantes a una mujer de origen húngaro, actriz y estrella de la pornografía: Iliona Staller, mejor conocida como La Cicciolina.

Ella, quien había conseguido la nacionalidad italiana fruto del matrimonio con un cliente, ya había intentado llegar al legislativo en el año 1979, avalada por la Lista del Sole, pero no lo había conseguido. Sin embargo, y en una campaña muy mediática con el Partido Radical de Italia, obtuvo la segunda más alta votación de su lista para las elecciones de 1987, y alcanzó así su curul en la Cámara Baja del parlamento italiano.

El Partido Radical, todavía en actividad, es un movimiento político de corte liberal, anticlerical y libertarios, que se ocupó en las décadas de 1960, 1970 y principios de 1980 de dar los grandes debates sobre la libertad sexual y la secularización del Estado, entre ellas la búsqueda por una ley de divorcio (1974). Además, en el 77 fueron los principales promotores del referéndum para la despenalización del aborto. La Cicciolina entró a sus filas precedida de un sinfín de denuncias por obscenidad y escándalo público.

Su campaña se fundamentó en su propia imagen. En los mítines solía desnudar sus senos. Foto: Twitter

Una campaña muy visible

Su campaña inició desde abajo, el partido le entregó el último puesto en el listado, se ha dicho que lo hicieron más por la publicidad para el partido. Pero ella le dio la vuelta: recorrió Lazio, la circunscripción en la que estaba inscrita, en un auto sin capota que conducía un muchacho bello de cabellos largos; visitó, en plan actriz porno los parques donde estaban los jubilados, escandalizó a los escandalizables, pero conquistó a aquellos que estaban hastiados de la política y les divertía su juego, su subversión y su oficio.  Consiguió 22.000 votos.

Si bien, la clase política y una parte importante de la sociedad condenó al partido por la irresponsabilidad de haber abierto la puerta a un personaje de este talante, también hubo voces célebres, como la de Umberto Eco, que plantearon con ironía “Mejor una actriz porno que un ladrón”.

Política y pornografía en simultánea

Durante y después de su paso por la política, Cicciolina continuó ejerciendo su labor como actriz pornográfica. Su evento de celebración por el triunfo electoral fue uno de sus espectáculos en vivo, Perversion, con presencia de toda la prensa italiana y de corresponsales del mundo, quienes han dejado constancia del mismo.

La Cicciolina inició cantando algo que denominaba el Himno pacifista:

Americanos y rusos / quieren la guerra atómica / anatómica / Pero yo espero que al final llegará / ¡el amor para la humanidad!

Al terminar su cantico, arengó: “En la sala hoy están los cicciolinos policías, que dicen que si hago penetración me llevan a la cárcel por violar el artículo 528 del código penal”. Este es el que penaliza los actos obscenos. Entonces, propuso ante el auditorio: “Que levante la mano el que se sienta ofendido si lo hago… ¿nadie?, pues entonces puedo empezar”. Y efectivamente, culminó su espectáculo, de contenido explícito y en vivo.

Actividad como legisladora

En el parlamento, sentada al lado de Marco Pannella, el líder del Partido Radical. Foto: Wikipedia italia (Licencia CC)

Así fueron sus 5 años en el parlamento, explosivos y escandalosos. Durante ese tiempo, dice haber presentado 12 proyectos de Ley, en temas como la educación sexual escolar, reforma al delito de obscenidad, cambios en la normativa de ilegalidad a las casas de prostitución, visita conyugal para los privados de la libertad y un impuesto a los automóviles por contaminación. También propuso la creación de los Parques del Amor, que consistían en unas zonas especiales de las ciudades para la práctica sexual sin limitaciones. No logró su aprobación.

Detrás de sus proyectos estaba una avezada abogada, quien se encargaba de hacerlos plausibles y ajustados a la normatividad italiana.

Generalmente, cuando tomaba la palabra, provocaba risa y suscitaba el escándalo, con excepción del día en el que se discutió el proyecto de ley contra la violencia sexual. En aquella oportunidad tomó la palabra, y dijo:

“Honorables diputados, yo concedo mi cuerpo a todo y a todos, pero nadie puede rozarme siquiera con un dedo si yo no lo quiero. ¡Nadie! Soy yo quien decide, porque nadie puede imaginar mejor que yo cuán repugnante puede ser el sexo impuesto por la fuerza. (…) el Estado debe hacer todo lo posible para impedir que la violencia ensucie la sexualidad.”

Uno de sus actos políticos más recordados estuvo circunscrito a la política internacional: en 1990, antes del inicio de la guerra del Golfo, propuso a Saddam Hussein sus servicios sexuales a cambio de que firmara la paz en el Medio Oriente. Tampoco fue aceptada su propuesta.

El espectáculo de La Cicciolina no se detuvo durante sus años en la política.

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