NO, la narración del renacer de la esperanza

Compartir
Share
Primera película chilena en llegar a los premios Oscar (2013). Una cinta profundamente humana que devela el valor de la comunicación política y de la propaganda en beneficio de la democracia.
Compartir
Share

Compartir
Share

 Recomendada para este miércoles de película

Instrucciones para derrocar un dictador

René Saavedra, interpretado por Gael García, es el brillante creativo de una agencia de publicidad chilena. No tiene interés alguno en la política, y; sin embargo, llega a sus manos el encargo de proponer la estrategia para promover la salida del poder, a través de las urnas, de Augusto Pinochet, el autor del golpe de estado en 1973.

En efecto, movido por la presión internacional, Pinochet había convocado a un referendo para poner su continuidad o no en el poder en manos de la ciudadanía.

Saavedra se deja tentar por el reto planteado, y plantea una campaña cargada de alegría y optimismo, de ideas abstractas relacionadas con la felicidad y la plenitud; esto resultaba extraño para enfrentar a una junta militar todopoderosa, y sin embargo, con este enfoque que supo conectar con la sociedad, finalmente el sí fue derrotado, 43% vs 54%. En este triunfo el papel de los anuncios publicitarios, presentados en franja oficial, enfrentados a los del Sí, resultó trascendental para este logro.

La cinta narra los detalles, incluyendo presiones y la camaradería, traición y peligro, emoción y lucha, de lo que fue el desarrollo de aquel referendo de 1988, en el que el papel de esta campaña por el No resultó crucial para que la sociedad diera el paso y obtuviera el triunfo.

En la trama resultan fundamentales el padre de Saavedra, quien sufrió el exilio de la dictadura, pero también el jefe, dueño de la agencia de publicidad, un hombre conservador y que, por un sentido pragmático de supervivencia, se va a dirigir la campaña del Sí que orientaba el establecimiento.

El director de la cinta, Pablo Larraín, hizo dos películas durante el tiempo de dictadura, ambas de ambientes sombríos y personajes tristes; en No se dio la licencia de hacer un giro a su propia cinematografía en el marco de un mensaje político esperanzador y que cambió historia de su nación.

Como parte de su apuesta artística, el director hizo la producción en cámaras tipo ¾, las que se utilizaban en la década de 1980 en el mundo, con la intención de conectar las piezas documentales con aquellas de ficción.

El guion fue realizado por Pedro Peirano, quien se fundamentó en una obra de teatro escrita por Antonio Skármeta denominada El plebiscito. Hizo además una amplia exploración, habló con los promotores de una y otra campaña, y construyó una pieza de ficción en la que, según él mismo explica, cada persona representa el pensamiento y el actuar de todo un grupo.

Fue nominada al premio Óscar como mejor película extranjera en el año 2013. Ganó el Art Cinema Award Quincena de Realizadores en el Festival de Cannes (2012) y en el mismo año fue galardonada como mejor largometraje ficción en el Festival de Cine de La Habana.

Son 116 minutos intensos, profundos y llenos de esperanza. Vale la pena.

La televisión chilena hizo una reedición del material de la película y presentó una miniserie, de cuatro capítulos, cada uno de 50 minutos, que está disponible en su sitio web: Clic para ir a  NO, la serie

     
 Logo real de la campaña por el NO                                        Logo real de la campaña por el SÍ

Compartir
Share

No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Share