¿Será que la política es todo lo lindo que nos dicen pero nunca sucede? ¿O nos hemos olvidado de que nosotros mismos somos seres políticos que con pequeñas acciones podemos transformar la política?
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Me atrevería a decir que la mayoría de los jóvenes crecimos bajo una idea errónea de la política y distorsionada por nuestro entorno. Crecimos viendo cómo nuestros familiares discutían por sus diferentes creencias políticas o se ufanaban de no tener ninguna, crecimos viendo y escuchando sobre guerras muy lejanas y cercanas, creadas por grandes hombres en busca de poder, no entendíamos porqué había bombas, porqué morían inocentes. Crecimos pensando que los políticos eran unos farsantes, que creer en la política nos hacía unos tontos y que todo aquel que se dedicara a la administración pública solo buscaba la popularidad para luego beneficiarse enteramente de esta y sus recursos. Crecimos repitiéndonos el mantra de nuestros mayores de que “la política es la razón de todos nuestros males”, pero ¿qué es la política?
En ese mismo contexto, la definición que podemos encontrar en las calles es que la política es todo lo lindo que nos dicen pero que nunca sucede, es la promesa de algo que difícilmente sucederá. Por lo que podríamos decir que esto se debe a que culpamos a la política de todo lo que hacen quienes la ejercen. Sin embargo, la política no se debe reducir al grupo de personas que se sientan en grandes mesas y toman las decisiones, la política también somos nosotros diariamente, somos nosotros organizando un viaje con nuestros amigos, son las relaciones de amistad que tenemos con nuestros vecinos, el interés que demostramos por mejorar algo en nuestra comunidad o el querer cambiar algo para mejor, es la música, el cine y el teatro. La política es todo.
Nos hemos creado la idea de una política lejana, empañada por los errores de quienes nos gobiernan y nos hemos olvidado de que nosotros mismos somos seres políticos y hace parte de nuestro comportamiento natural. Ser un ente político es para los humanos lo que el instinto para los animales es algo innato en cada uno de nosotros, así que cuando olvidamos nuestra naturaleza también olvidamos que hay quienes trabajan día a día por la comunidad y por medio de este arte desean cambiar el mundo.
Soy una joven interesada en la política y he decidido escribir este artículo para contarle a otros jóvenes que una de las victorias de aquellas formas tradicionales de ejercer el poder es alejarnos de la política y dividiéndonos como sociedad. Pero esto puede cambiar, gracias a que otros jóvenes como yo hemos decidido resaltar lo bueno de la política y unirnos como sociedad para participar en movimientos sociales que viven en el común y nos demuestran que todos, a pesar de nuestro color o nacionalidad, somos exactamente iguales.
Hago parte de la organización juvenil “El Derecho a No Obedecer” que nace de las enseñanzas del filósofo Colombiano Fernando Gonzáles y sus áreas de acción son la participación ciudadana, los temas de corte social, ambiental y la migración. Es entonces una organización que por medio de sus proyectos sociales nos demuestran que la única forma de hacer política no es solo la que vemos reflejada en los medios o en nuestros dirigentes, que es también la solidaridad, el arte y las ganas de construir un mejor país.
Ellos han creado iniciativas humanas como:
“Tu bandera es mi bandera” en donde buscan generar una mayor integración entre jóvenes migrantes que se encuentren en el territorio colombiano, utilizando el amor, el arte y la reconciliación como herramientas para combatir la xenofobia.
“El Libro Viajero”, donde miembros de la comunidad migrantes tienen la oportunidad de plasmar sus historias por medio de dibujos o escritos.
“Abrazatón” donde ciudadanos colombianos han salido a las calles a abrazar a migrantes venezolanos, dándoles el apoyo que solo el calor humano y la felicidad pueden brindar. También se realizan acciones enfocadas en fomentar la participación ciudadana, reafirmando que la política la principal herramienta que tenemos los jovenes para transformar la sociedad.
Los invitamos a integrarse a las acciones políticas que les sean afines, sigan luchando y perseverando, porque la política no es eso que nos han contado.
1 comentario
Excelente!