Japón se alista para el relevo en el trono imperial
La rigurosa etiqueta nipona impera en todos los aspectos de su familia imperial. Traemos 10 datos sobre este proceso milenario.

Naruhito asumirá sus deberes como emperador en 2019

Naruhito, Príncipe Heredero de Japón, y su esposa Masako. Foto: By Kounosu, CC BY-SA 3.0
Falta un día para que se dé el esperado relevo en el trono imperial japonés. El 1° de mayo de 2019 Naruhito, de 56 años, ascenderá, dándole inicio a una nueva era en la representación del gobierno nipón. Sin embargo, por la estricta normativa de la casa imperial, así como la aceptación disciplinada de la familia imperial de este ordenamiento, hacen pensar que no habrá grandes cambios, aunque sí una “adaptación a los tiempos”.
En un reciente discurso, con motivo de su cumpleaños 58, el penúltimo antes de asumir el trono, el príncipe Naruhito declaró:
“Tengo grabadas en mi corazón la actitud y disposición que sus majestades han mostrado en el cumplimiento de sus funciones públicas, así como su forma de llevarlas a cabo, y mi intención es seguir aprendiendo y, en adelante, desempeñar mi labor teniendo siempre presente todo eso”.
Así mismo, afirmó estar dispuesto a “asumir con firmeza el rol de emperador como símbolo del Estado, como estipula la Constitución nipona”, y destacó la importancia de respetar las tradiciones de la familia imperial y al mismo tiempo “responder a los cambios en la sociedad”.
Sobre la que será su misión, el propio Príncipe Heredero ha manifestado que “es necesario obtener una imagen precisa de lo que se exige de la Casa Imperial en cada momento y desarrollar unas funciones públicas acordes a la época”.
Presentamos diez datos sobre este proceso de relevo el trono imperial del Japón:
- A sus 85 años y débil de salud, para poder abdicar en favor de su hijo, el emperador Akihito debió seguir un proceso que se demoró 3 años para obtener la aprobación del Congreso. Es la primera vez que un emperador del Japón vivo entrega el trono. Akihito cumple 30 años como emperador de la nación nipona.
- Naruhito, el príncipe heredero, tendrá 59 años en el momento de ascender al trono, cuatro más de los que tenía su padre cuando ascendió al Trono de Crisantemo después de más de un año de luto tras la muerte de su padre, Hirohito, quien permaneció en el cargo durante 63 años desde su entronización en 1928.
- Aunque la Familia Imperial viva unida, su entorno no tiene mucho que ver con el de una familia ordinaria, pues sus miembros viven rodeados de una gran cantidad de funcionarios de la Agencia de la Casa Imperial y de personal de seguridad. Así, el príncipe asumió de forma natural en su proceso de formación, la conciencia de que un día llegaría a ocupar el trono.
- La esposa de Naruhito, la princesa Masako, es llamada la princesa triste de Japón; sufre de depresión motivada por el estrés que le ha significado se parte de la familia real. Es una mujer preparada en relaciones internacionales en Harvard, que llevaba una carrera al momento de su matrimonio, y a la que tuvo que renunciar.
- Es tan estricto el protocolo nipón, que hace 20 años, en la rueda de prensa en la que se anunciaba la unión conyugal de Naruhito con Masako, ella fue fuertemente criticada por hablar 39 segundos más que su futuro esposo.
- La princesa Aiko, hija de la pareja, y cuyo nombre significa “hija del amor”, no es la sucesora al trono. A Naruhito le seguirá el príncipe Hisahito (11 años), su sobrino, pues en Japón impera la Ley Salónica, y solo los varones acceden al trono. Este es otro de los motivos de presión de Masako, no haber conseguido tener un hijo hombre para la sucesión del trono.
- Así como Aiko, los otros seis miembros femeninos de la casa imperial, una vez se casen, dejarán de hacer parte de la misma, lo que reducirá a un número mínimo la familia real. En el plano práctico, esto afecta el cumplimiento de los deberes de esta casa real y su representación.
- Según la Constitución japonesa, el Emperador no tiene ninguna atribución de soberanía, ni siquiera puede hacer públicas sus ideas sobre asuntos que exijan una reforma legal. Pero lo que el Emperador pueda pensar es algo que interesa mucho a la ciudadanía, por lo que el Gobierno no podrá permitirse ignorar este punto. Hay razones para pensar que se tendrá que consultar el parecer del Emperador fuera de protocolo, lo que supondrá una fuerte y continua presión sobre el actual heredero, que encara estos difíciles retos desde el ejercicio de una función puramente simbólica.
- La ceremonia de coronación será en octubre de 2019, si bien el príncipe asumirá el trono seis meses antes, al día siguiente de la abdicación, que está programada para el 30 de abril. Se celebrará en el Palacio Imperial de Tokio con la presencia de miles de invitados y delegaciones de todo el mundo. La coronación se hace bajo los mismos ritos que llevan empleándose desde hace más de mil años en la Casa Imperial nipona.
- El Príncipe Heredero ha demostrado un gran interés sobre el tema del agua, dice que es uno de los temas más importantes que afectan a la humanidad. Es el primer miembro de la Familia Imperial en haber ejercido como presidente honorario de la Junta Consultiva sobre el Agua y el Saneamiento de las Naciones Unidas. Al parecer, este será un tema que incorporará en la misión del Emperador.

Durante 30 años el Príncipe Heredero, Naruhito, debió permanecer siempre atrás, a unos pasos de su padre, el Emperador. A partir del 1° de mayo de 2019 él estará en esa primera línea. Foto: State Department photo by William Ng / Public domain East Asia and Pacific Media Hub
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