Editorial diciembre de 2.018

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Carlos Andrés Pérez – Director de la Revista Estado
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Estamos cerrando un año electoral como pocos, tuvimos elecciones internas, de Congreso, presidenciales y consultas. Podría pensarse que la ciudadanía está cansada de ir a las urnas, pero los niveles de participación -si bien no son los ideales- demostraron que cada vez somos más los que acudimos al llamado democrático. La academia, las organizaciones sociales y los medios venimos haciendo nuestra tarea de explicar por qué al votar hacemos valer nuestra voz.

Sin embargo, la política al ser una actividad de transacciones debe entregar a la ciudadanía algo que le haga sentir que recibió algo por su voto: un buen gobierno, un mejoramiento en la calidad de la salud y de la educación, una mayor oferta social, entre otras cosas.

Lamentablemente en eso fallan nuestros gobernantes.

La ciudadanía participará en masa en la medida que vea que su voto decidió algo para su propio bien o para el bien común, pero del que pueden beneficiarse los suyos.

Al establecerse el régimen de inhabilidades los colombianos podemos tener alguna certeza de cómo será el mapa político para las elecciones con cierto tiempo de anticipación, es lo que estamos viviendo ahora cuando los aspirantes renunciaron a sus cargos públicos para no inhabilitarse hacia las elecciones locales de octubre de 2019.

En estas elecciones se bajará el nivel de expectativa, es decir: no votaremos por el presidente que aumente las exportaciones a China o el que baje el déficit fiscal, votaremos por el alcalde que nos garantice movilidad en el día a día hacia el trabajo o el gobernador que ayude a construir vías terciarias para sacar los productos de la vereda a costos más eficientes.

Un reconocido expresidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Tip O’Neill, pasó a la historia por una frase muy sencilla pero acertada: Toda la política es local. Votamos por quien nos ayude a resolver la vida a nosotros, somos egoístas en eso, es la naturaleza humana.

El 2019 será la oportunidad de ayudar a resolver la vida de millones de colombianos desde lo micro, ojalá los candidatos lo entiendan y bajen el lenguaje y sus propuestas. La política fácil, atrae.

Carlos Andrés Pérez

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