Corea del Norte y Estados Unidos, de la tensión al dialogo.

Compartir

Desde que el presidente norteamericano Donald Trump, asumió su cargo como mandatario, hizo fuertes declaraciones acerca de Corea del Norte y su mandatario Kim Jong-Un, reforzando la fuerte discordia entre ambos países y creando la incertidumbre de una posible guerra. Cabe recordar que Corea del Norte ha incumplido tratados internacionales al crear arsenal nuclear, armamento que en repetidas ocasiones se ha exhibido con intenciones de intimidar a sus rivales internacionales.

En lo acaecido, la tensión entre ambos países siempre ha estado latente, con un pico alto de intención beligerante durante el mandato de George W. Bush, quien afirmó que Corea del Norte, hacia parte del “eje del mal” debido al supuesto apoyo al terrorismo y su capacidad nuclear. Sin embargo, tiempo después, al asumir la presidencia Donald Trump, ambas naciones entablaron relaciones diplomáticas, se llevó a cabo un encuentro que se denominó La Cumbre de Singapur y a partir de este encuentro hubo varios compromisos acordados, entre los cuales se encontraba la desnuclearización de la península de Corea y posteriormente se acordó el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos a Corea del Norte.

En una segunda cumbre realizada en Vietnam no se llegó a ningún acuerdo y las tensiones regresaron; posteriormente Trump dio pie a que los diálogos nuevamente sean retomados.

El pasado 28 de junio el mandatario Estadounidense por medio de su cuenta de Twitter expresó su deseo de reunirse con el mandatario Norcoreano y estrechar su mano.

La respuesta no se hizo esperar, la visita se llevó a cabo en la zona desmilitarizada que hay entre Corea del Norte y Corea del Sur, considerada una de las zonas hostiles de mayor tensión en el mundo y zona vedada por mucho tiempo para los Estadounidense. Advertir, que Donald Trump no es el único mandatario que ha visitado la zona. George W. Bush la visito en 2002, Barack Obama en 2012. No obstante, la visita de Trump presupone un momento histórico, en tanto, no solo ocurrió el encuentro y un estrechón de manos, sino que también se vivencio un acto cargado de simbolismo, pues se convierte en el primer Presidente de los Estados Unidos en cruzar la línea fronteriza y pisar territorio Norcoreano.

Este último encuentro no duro más de una hora, pero deja muc

ho de qué hablar y aporta un aliento esperanzador ante la paz y deja en el aire la idea de que las antinomias o antagonismos entre ambas naciones pueden pasar la página. Ahora solo queda esperar que no sea solo una foto o un juego mediático y se puedan concretar acciones desde ambas partes.

Compartir