Chespirito y la memoria histórica
Las parodias históricas del programa Chespirito han permitido el ingreso de otras formas de pedagogía del pasado a millones de hogares de América.

La historia se tomó las pantallas de América gracias a Chespirito

Ramón Valdés y Chespitito encarnan los personajes de los tiempos de la conquista española a América: Cuauhtémoc y Hernán Cortés. Fotograma Youtube, 1985
Un día como hoy, hace 23 años, el 25 de septiembre de 1995, el canal Televisa de México emitió el capítulo final de Chespirito. La historia de este programa y sus personajes no terminó allí, pues su éxito ha continuado, y aún se emite en franjas para todo el público en diferentes países del mundo.
Ya hacía unos años que su creador y principal actor, Roberto Gómez Bolaños, había dado fin a las grabaciones de algunos de los personajes, porque, según planteó él mismo, a sus 60 años ya le resultaba grotesco interpretar a un niño como el Chavo del Ocho; no quería arriesgar la credibilidad del personaje. Y saltar por ventanas o colgarse y tirarse le empezaba a resultar menos natural, como para continuar siendo el Chapulín Colorado.
Un pequeño Shakespeare
Destacamos que, aunque Chespirito es muy recordado por estos dos singulares héroes latinoamericanos, su abanico de personajes no se agotaba allí. Gómez Bolaños fue un auténtico genio creador del siglo XX, y de allí proviene su nombre artístico: como él era de talla bajita, uno de sus amigos cineasta lo quiso llamar “pequeño Shakespeare”… que al apropiarse a los sonidos y el hablado propio de los mexicanos, terminó siendo Chespirito.
Además de los papeles de los coprotagonistas, como el Profesor Jirafales, Doña Florinda, Ñoño, y otros, este repertorio de personajes protagónicos también se ampliaba mediante especiales en los que le gustaba apelar a la historia y la cultura, como un camino, sencillo y divertido, de hacer divulgación histórica en millones de hogares de todo el mundo.
Sus personajes históricos

Chespirito con los Reyes Católicos. Foto: Chespiritopedia
Marco Aurelio, Julio César, Adolf Hitler, Napoleón Bonaparte y Hernán Cortés fueron algunas de las muchas ejecuciones de Chespirito en cámara, en sus propias versiones, con el apoyo de su elenco, generando las situaciones con sentido del absurdo que siempre divirtieron a sus espectadores.
Los guiones de estos especiales fueron actualizándose y puliéndose en el tiempo, pues más o menos cada década logró hacer una nueva versión, permaneciendo en contacto con su inmensa audiencia.
Como elementos propios de la estética de Chespirito, los especiales eran producidos en estudio, utilizando utilería propia del teatro de tablas, con vestuarios para la identificación de los personajes y un repertorio de momentos simpáticos que dibujan a los personajes históricos como seres de carne y hueso; de alguna manera, una desmitificación de ellos.
En sus guiones, Gómez Bolaños apela a los estereotipos de estos personajes históricos para caricaturizarlos, pero al mismo tiempo, los dota de las dosis de ingenuidad, dulzura y humanidad propia de sus creaciones, que consiguen establecer simpatías incluso con individuos tan temibles de la historia como Hitler o el conquistador Cortés.
La que nace pa’ Cleopatra no pasa de Julio César

Florinda Meza y Roberto Gómez en Cleopatra y Julio César, versión 1975. Foto: Chespiritopedia.

María Antonieta de las Nieves y Edgar Vivás como Cleopatra y Tutankamon. Versión 1994. Fotograma Youtube

Cleopatra (María Antonieta de las Nieves) y Julio César (Roberto Gómez B), en la versión de 1994. Fotograma Youtube
Su versión de la historia de amor, o desamor, entre Julio César y Cleopatra, fue puesta en escena y grabada en cuatro versiones: 1971, 1975, 1979 y 1994.
Cada versión con sus adaptaciones a la época y a la tecnología disponible, presentaron el siguiente argumento:
El personaje La Minina (interpretada por Florinda Meza), por error, invita a su casa a sus dos novios de manera simultánea. Los personajes son terribles bandidos (Tripaseca y Cuajináis), así que atemorizada, invoca al Chapulín Colorado para que venga en su ayuda.
El Chapulín, que es de valores tradicionales (así como el propio Gómez Bolaños), le cuenta una historia de Cleopatra (también Florinda) y sus relaciones con Julio César (Roberto Gómez), a lo que La Minina dice haber aprendido la lección.
La función debe continuar

Un clásico del humor parodiando un clásico del cine de humor: Charles Chaplin interpretado por el elenco de Chespirito. Foto: Chespiritopedia

El inolvidable Ramón Valdés interpretó a la Pantera Rosa en su versión de clásicos del cine. Foto: Chespiritopedia
La función debe continuar fue una serie de seis episodios continuados, especialmente recordada por los cinéfilos, en el que el libretista hace un homenaje a la historia del cine.
Un viejo teatro será destruido, y con él se irán las historias que congrega; de manera que el viejo proyeccionista invoca al Chapulín Colorado para contarle las historias. Así, a lo largo de seis episodios, el elenco se irá transformando en diversos personajes de la historia del cine, como Charles Chaplin, el Gordo y el Flaco, Frankenstein, la Pantera Rosa, entro otros.
Adolf Hitler: el encuentro del siglo

El Hitler de Chespirito, con Ramón Valdés y Carlos Villagrán como soldados, en su primera versión, en 1972. Foto: Chespiritopedia

La versión de 1980 del episodio contó con la participación de Edgar Vivar como uno de los soldados nazi. Foto: Chespiritopedia
La interpretación de Hitler realizada por Chespirito es una de las más recordadas de sus especiales históricos, en el que da una versión a la vez divertida y aleccionadora del destino de este personaje sombrío para la historia del mundo.
De este programa también se realizaron cuatro versiones, en los años 1972, 1976, 1979 y 1988.
El argumento, en el que participa el Chapulín Colorado, plantea que este se infiltra en el bunker de Hitler en busca de defender a unos soldados que lo han invocado. Eva Braun, con un disfraz de soldado, lo engaña hasta hacerlo llegar donde está el propio mandamás del tercer Reich, que lo quiere aniquilar. Finalmente, tras peripecias de ese encuentro, el bunker explota —con el Chapulín ya a salvo—.
Napoleón Bonaparte

Roberto Gómez y Rubén Aguirre se tenían entre sí cariño y admiración. Fotograma Youtube
La historia de Napoleón también tiene lugar entre los trabajos de interpretación de Chespirito, que junto a su Josefina (interpretada por su esposa Florinda Meza) viven las experiencias del campo de batalla y las lides del poder en el medio de la guerra. También Edgar Vivar y Rubén Aguirre hicieron papeles memorables, como soldados y lugartenientes de Bonaparte, que buscaban hacerlo entrar en razón. De este sketch se realizaron cuatro versiones, dos en la década de 1970, una en los 80 y una más en 1994.
Estos personajes también hicieron parte de la serie la historia debe continuar.
Un personaje entrañable de Los Chifladitos tiene su nombre en alusión a Napoleón: Chaparrón Bonaparte, un loquito divertido que pasa la vida con su amigo también de tornillos sueltos, Lucas Tañeda.

Nerón, 1972. Foto: Chespiritopedia
El emperador Nerón
Este es un episodio cuya primera versión está desaparecida, se grabó en el año 1972 y solo queda una fotografía como memoria de su existencia. El capítulo narra, a la manera del programa Chespirito, la historia de cómo Nerón, el hombre que perseguía los cristianos, decidió además incendiar a Roma. El episodio se grabó de nuevo en 1978 y 1982. El personaje Nerón, interpretado por Edgar Vivar, tuvo apariciones en otras sagas del mismo libretista.
La política, el lado serio del humorista
Gómez Bolaños, fallecido en 2014, se tomaba en serio la política mexicana, era un hombre con pensamiento de derechas y seguidor del PAN —Partido Acción Nacional—. En ese sentido, y ya en la cúspide de su fama nacional —e internacional—, apoyó en las campañas a los candidatos (que luego fueron presidentes) Vicente Fox y Felipe Calderón. Tenía una gran distancia con el actual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de quien había sido crítico de manera abierta, dadas sus propuestas liberales y su posición de izquierda.

En una de las campañas políticas de México grabó un comercial en el que decía: “Soy Chespirito, amo entrañablemente a México (…) Todos valemos igual, pero unidos valemos más. Piénsalo, vota en todo por el PAN”. Foto: fotograma Youtube

Era un hombre de ideas conservadoras, opositor declarado del aborto. Sobre este tema, grabó un comercial para la campaña Abortemos la ley, no la vida, en la que narraba la historia de que a su madre le habían recomendado abortar durante su embarazo: “Defendió la vida, mi vida. Gracias a ella estoy aquí”. Fotograma Youtube
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