Pulgar arriba para el gobierno de Ángela Merkel | Pulgar abajo para Marine Le Pen
Quedó muy bien el gobierno de Ángela Merkel por la nueva Ley alemana para el trabajo de inmigrantes. Quedó muy mal Marine Le Pen por intentar desprestigiar en redes al gobierno francés por foto en Saint Martin
Pulgar arriba para el gobierno de Ángela Merkel en Alemania por el nuevo acuerdo para atraer trabajadores cualificados al país.
Una nueva Ley de inmigración alemana busca atraer mano de obra a este país industrializado. Se trata de un acuerdo firmado por el gobierno de coalición que permite a los trabajadores cualificados de terceros países permanecer en Alemania durante seis meses para buscar vincularse al mercado laboral, y así optar por un estatus de residencia.
Este acuerdo, presentado por el gobierno de Ángela Merkel, consiguió la mayoría en el Parlamento. Plantea tres condiciones para los postulantes: formación cualificada, habilidades en el idioma alemán y capacidad económica para costearse su seguridad social los primeros seis meses, pues no contarán con auxilios ni apoyos del Estado en este sentido.
Con esta Ley pueden resultar beneficiados también miles de personas de la ola de migración por el conflicto sirio que no han sido aceptados como asilados en el país pero que ya se encuentran allí —con permisos temporales de estadía—. Ellos también podrán acceder a empleos para permanecer en el país.
“En el derecho de residencia definiremos criterios claros para un estatus seguro para los refugiados, que han sido rechazados pero que pueden permanecer un tiempo en el país si aseguran su sustento y están bien integrados a través de un empleo remunerado”, indicó el Parlamento.
Lo que ha venido pasando es que los empleadores temían reclutar esta población, pues su condición como inmigrantes sin asilo llevaba a que en cualquier momento tuvieran que dejar el país, con lo que las empresas perderían la inversión en capacitación de estos trabajadores.
Es una medida novedosa, que impacta positivamente al país y beneficia a las poblaciones necesitadas sin que implique mayor inversión social de parte del Estado alemán, uno de los temas que ha frenado ampliar la política de asilo en el marco de la crisis migratoria en la región.
Pulgar abajo para Mariene Le Pen y su intención fallida de encender las redes por una foto del presidente francés en Saint Martin
Los ánimos crispados de la política francesa se filtran por cada poro. Ahora se ha armado un escándalo de dimensión nacional entre políticos por una foto rapera del presidente Macron en la isla de Saint Martin.
La líder de la derecha fuerte de Francia, Mariane Le Pen, ha sido muy criticada en medios de comunicación y redes sociales por lo que se ha calificado como oportunismo político, al intentar encender un debate en la opinión pública por una selfie en la que un joven hace un gesto inapropiado al lado del presidente Macron.
La situación se generó en la visita que hizo el presidente de Francia a la isla de Saint Martin, que fue devastada en 2017 por el huracán Irma. Macron fue allí con la misión de revisar cómo se han adelantado los trabajos de recuperación de este territorio insular francés en el Caribe.
La comunidad expresó al presidente su inconformidad con el proceso de recuperación, y siguiendo su estilo de mandatario cercano, Macron rompió la agenda oficial para aceptar la propuesta de líderes locales de ir con ellos a visitar los barrios más afectados. En una de esos barrios, el presidente aceptó tomarse una fotografía con Réaulf Flemming y su primo Dimitri, el primero le dijo al presidente recientemente había salido de la cárcel. En el momento de la fotografía este muchacho hizo un gesto inapropiado con su mano.
La foto, que llegó casi de inmediato a las redes, fue utilizada por Marine Le Pen para lanzar un trino indicando que esta era una “afrenta imperdonable” contra la dignidad de Francia, e insinuando que el presidente se prestaba a ello al posar con delincuentes.
El mandatario salió a defender sus acciones, indicando que su objetivo es ayudar a los jóvenes de esta isla. “Amo a todos los niños de la República, sean cuales sean sus estupideces”, aseveró. “No obtendremos nada por el discurso del odio (…) debemos dejar de discriminar a nuestra juventud, porque es de cierto color o tiene un origen humilde y ha cometido errores”. Y remató indicando que “Marine Le Pen es la extrema derecha, y la extrema derecha no está con la gente, soy el Presidente de la República y no dejaré a la gente”.
En la foto, publicada en Instagram, Dimitri escribió en inglés: “El presidente se siente seguro con nosotros en el vecindario”. Un mensaje completamente opuesto al que insinuaron los críticos de la fotografía. El joven, además, agregó “El presidente es como un hermano mayor para nosotros. Lo queremos mucho, es un buen hombre”.
Tras la polémica suscitada, el joven explicó que el gesto de “dedo de honor” no tenía ninguna intención negativa; “no fue en absoluto contra el presidente, simplemente hice el gesto porque es mi estilo, lo hice como un mensaje para los que no quieren que salgamos adelante en la vida”.
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