Compartir

Al Concejo de Medellín, por el mural Diálogo de su recinto

El nuevo residente del recinto del Concejo de Medellín es el mural Diálogo, una obra del maestro José Ignacio Vélez Puerta, instalada sobre el muro de la tribuna principal y que abraza todo el espacio con una presencia imponente.

Dos árboles de gran envergadura, dispuestos de manera horizontal, se unen por sus ramas, en lo que el artista explica como un auténtico diálogo natural que busca representar la conexión necesaria que existe entre todos los seres del planeta, y que hace el balance de la vida. Y su creador explica que esta es “(Una obra planteada) desde mi certeza de saber que la primera idea para alimentar un recinto sagrado que decide el futuro de un pueblo, es el diálogo, sin él, todo se destruye, toda idea colapsa, se diluye y se pierde”.

El Concejo de Medellín quiso legar a la ciudad una presencia artística relevante en el recinto, que rindiera homenaje a la cultura, tradición e innovación de Antioquia.

La obra, elaborada en la técnica de la cerámica de loza tradición del municipio de El Carmen de Viboral, está compuesta por 936 baldosas y mide 21,5 m de largo por 1,85 de ancho. El Museo de Antioquia asesoró y realizó el proceso curatorial de la obra, que fue finalmente producida en la planta de acabados cerámicos de Corona ubicada en La Estrella, que hizo posible la producción de baldosas cerámicas personalizadas.

“La obra que es una gran pintura ha llevado al bajo esmalte cerámico hasta sus últimas posibilidades expresivas”, explicó el maestro Vélez Puerta.

Por su parte, el Concejo de esta ciudad indicó acerca de su decisión por traer esta obra a su recinto “por siglos el arte y los gobiernos han constituido una alianza que ha hecho florecer a unos y a otros. Artistas, junto a gobernantes, han unido el poder de sus voces para inspirar a las naciones y a sus pueblos a caminar una senda de progreso, victorias y nuevos amaneceres”.

Ahora el recinto del Concejo de Medellín, ese espacio de creación de convivencia, donde se discute la ciudad y su devenir, fortalece su identidad como escenario cultural y lugar de encuentro cordial de la diversidad que configura la urbe.

A “los infortunios” de protocolo en la reunión del G-20.

Desplantes a funcionarios de alto nivel, salida de casillas de un presidente y periodistas que demuestran poca preparación y tino, hacen parte de las anécdotas en torno de la reunión de gobernantes más importantes del mundo, la cumbre del G-20, realizada en Argentina.

La llegada solitaria del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa, a su arribo al aeropuerto de Buenos Aires, parecía un mal chiste, que uno de los funcionarios de logística quiso conjurar dando él el saludo oficial al mandatario…

Pero horas después, cuando llegó el avión de la comitiva de China, los músicos de la banda marcial, dispuestos para los honores, los hicieron: pero a una persona diferente. Uno de los acompañantes del vuelo bajó por la escalerilla y fue por él por quien sonaron los acordes de su himno nacional. Pero peor que el error de los músicos, el comentario de uno de los narradores en la televisión “Con razón lo confunden… todos son igualitos”, refiriéndose a las personas de origen oriental.

Y siguiendo con los periodistas, una cadena de televisión argentina anunció, al arribo del Narendra Modi, Primer Ministro de India, que ya había llegado Apú, el personaje hindú de los Simpson que tanta polémica ha desatado últimamente. Incluso, presentaron la mitad de la pantalla con el avión y la otra mitad con la imagen de Apu.  El comentario le dio la vuelta al mundo y fue acusado de racista.

Otra de las notas discordantes la aportó el presidente Trump, cuando en gesto de protesta (algunos lo llamaron de “pataleta”) por la deficiencia en el servicio de traducción simultánea durante el encuentro con el presidente Macri, se retiró los audífonos y los tiró al suelo, quejándose de manera pública, cuando dijo: “Le entendí mejor en su idioma que en mi ‘interpretación'”.

Compartir