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En unos días sabremos quiénes reemplazarán a Luis Pérez y a los 125 alcaldes del departamento, pero más importante que los nombres, podremos hacernos una idea de lo que vendrá para Antioquia en los próximos cuatro años.

Las elecciones locales tienen una importancia que pocas veces se les da, más allá de verlas como el termómetro para mantener feudos de poder en los departamentos. Los congresistas, que son los verdaderos arquitectos detrás de la política, buscarán revalidar sus espacios o intentarán ganar algunos para fortalecer su reelección en 2022.

En estas elecciones se define la calidad de vida de todos, se toman las decisiones cercanas, las que nos juntan o nos alejan de la política. El gobernador y los alcaldes, además, estarán acompañados de verdaderos representantes de la ciudadanía, el mismo día que llegan al poder, lo harán con ellos nuevos diputados, concejales y ediles; que son el camino más cercano entre la gente y sus dirigentes.

Aveces nos preocupamos por llegar al cubículo de votación teniendo claridad de a quién elegiremos como gobernador y alcalde de nuestra ciudad, los demás tarjetones los recibimos sin mayor emoción. Ojalá como ciudadanos nos tomáramos estos últimos días de campaña para escuchar a los cientos de candidatos a cuerpos colegiados que hacen un esfuerzo porsobresalir en medio de la marea de aspirantes y logremos identificar a uno con el que nos sintamos cómodos y esperanzados en tener una buena representación.

Tip O’Neill, expresidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos pasó a la historia de su país por una frase muy simple: ‘All politics is local’. Las mejoras de nuestros barrios y el aumento de calidad de vida para nuestros hijos se harán sólo si elegimos bien. Si elegimos gente que hayamos tocado, de la que conozcamos su trabajo, políticos de confianza.

Carlos Andrés Pérez

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