La escena se repite en Chile, Sebastián Piñera
En el 2017 es elegido por segunda vez el candidato de derecha Sebastián Piñera, quien ya había sido presidente en el 2009 cuando sucedió a Michelle Bachelet, repitiendo nuevamente un intercambio de poder entre la derecha y la izquierda.

Sebastián Piñera es hijo de la capital chilena, Santiago. Es un personaje que ha gozado de reconocimiento y éxito como empresario, siendo uno de los multimillonarios más importantes del país. Durante su labor como empresario siempre fue cercano a la derecha, pero sólo participó en política oficialmente hasta el año 1990 cuando es elegido Senador. Así pues, una vez ocupado este importante rol no ha dejado el ejercicio público hasta el día de hoy, relegando su faceta empresarial para dedicarse a la política.
Una nueva aspiración presidencial
Después de su paso por el Senado se postula por primera vez a la Presidencia de Chile en el 2006 por el partido de Renovación Nacional, el cual presidió por varios años. Para esta ocasión es derrotado por Michelle Bachelet , quien obtuvo el 53.5% de los votos a favor, mientras que Piñera alcanzo el 46.5%. Ahora bien, su derrota no significó un retiro del ejercicio público, por el contrario, afianzó su presencia en el territorio chileno, dedicándose a recorrerlo para consolidar redes de trabajo y apoyar candidatos a las elecciones municipales.
La derecha rompe con una era de gobierno de izquierda
En el 2009 varios partidos de derecha y centro derecha se unen bajo la denominada Coalición por el Cambio, que buscaba brindar una alternativa unificada en contra de la izquierda que actualmente estaba en el poder. Dicha alianza respaldó la candidatura de Sebastián Piñera en su segunda postulación a la Presidencia de Chile.
Bajo esta alianza el candidato logra pasar a segunda vuelta con Eduardo Frei, representante del Partido Demócrata Cristiano, miembro de la coalición Concertación de Partidos por la Democracia. Así pues, en segunda vuelta alcanza la victoria con el 51.61% de los votos a favor, dejando de lado 20 años de gobierno de izquierda y marcando una nueva era para el país.
Su lema “Así queremos Chile” y la “Fiesta por el Cambio” logró exitosamente que su propuesta se vislumbrara como la terminación de una era de gobierno de la izquierda y una nueva propuesta política para el país.
Un cambio que repite…
La ruptura de los gobiernos de izquierda duró sólo un periodo presidencial, ya que, al finalizar el paso de Sebastián Piñera por la Presidencia de Chile, la expresidenta Michelle Bachelet vuelve a la Casa de la Moneda. Es en este periodo donde el empresario se convierte en un duro opositor del gobierno de turno, mostrando su interés por regresar.
Como opositor al gobierno, Piñera, se postula nuevamente a la presidencia de su país, y en el 2017 logra arrebatarle el poder a la izquierda y protagoniza un intercambio que ya se había vivido en el 2009 entre Bachelet y Piñera. Su campaña, afianzó el mensaje del cambio, transformación y nuevos retos, alcanzando, con éxito, un 54.57% de los votos a favor en segunda vuelta, mientras que su adversario Alejandro Guillier obtiene el 45.43% del respaldo.
“Pude ver en el corazón y los ojos de mis compatriotas mucha frustración, pero también, mucha esperanza en los tiempos mejores”, Sebastián Piñera
Para esta ocasión la campaña mostró a un candidato capacitado para crear nuevos y mejores empleos, en combatir la delincuencia, en mejor salud para los chilenos, fomentar los valores y acabar con la pobreza, asuntos en los que fue duramente criticada la saliente presidenta Bachelet.
La familia y retomar los valores fue una de las apuestas de Piñera, aprovechando la coyuntura nacional y valiéndose de la presencia de su esposa Cecilia Morel Montes, quien ha sido su principal aliada, acompañando sus piezas publicitarias, eventos, reuniones y encuentros. Además, la presencia de sus hijos Magdalena, Cecilia, Sebastián Cristóbal, apoyó la imagen familiar y de valores que la campaña buscó transmitir.
Piñera fue enfático en su campaña en afirmar que su propuesta de gobierno promovía la familia, la unión de una sociedad en torno a los valores y la ética. Tratando de generar distinción con las propuestas de izquierda donde estas concepciones, dirán algunos analistas, han pasado a segundo plano.
Un elemento llamativo y diferenciador de su campaña fue el dummy con la imagen del candidato. Quien acompañó recorridos, eventos y encuentros con la comunidad.
La campaña empleó los colores tradicionales y alusivos a la bandera de Chile; blanco, rojo y azul. Además, empleó la estrella como símbolo, manteniendo la imagen que había usado en anteriores campañas y la cual representa a su partido.
Aunque en comunicación política se dice que nada es totalmente nuevo, sin embargo, la campaña de Piñera estuvo en el ojo del huracán cuando se le acuso de plagiar frases textuales del reconocido texto del Diario de Ana Frank “arriba los corazones” y “vendrán tiempos mejores” tanto en su slogan como en su jingle.
“Agárrense de las manos” fue el Jingle de la Campaña de Piñera. El mensaje central de este pedía un Chile más seguro. La versión del jingle fue una adaptación de una de las canciones más reconocidas del cantante venezolano, José Luis Rodríguez “El Puma”
Ahora bien, a pesar de que esta campaña contó con la favorabilidad en las encuestas una vez se oficializó la candidatura y durante el trascurso de la contienda se mantuvo como virtual ganador, ésta no estuvo exenta de escándalos. Uno de los más sonados fue cuando pronunció el desafortunado comentario; “Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Es muy sencillo: todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos”, dijo Piñera en un video registrado que se viralizó en la campaña y que influyó a que parte del electorado lo señalara de machista y misógino.
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