La voz y la lucha emprendida por Greta han hecho eco y han calado en todas las esferas de la sociedad, una voz que siendo aún más joven que los llamados millenials, quienes solo hasta ahora se cuestionan el futuro y se están resistiendo a ser víctimas del calentamiento global, toma cada vez más fuerza
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“No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”.
Sin ser protagonista por sus redes sociales, sin ser una figura que resalte por su voz en algún grupo musical y sin haber brillado por alguna actuación en la pantalla grande o chica, Greta Thunberg ha demostrado que destacarse en estos aspectos no hicieron falta para tener reconocimiento. A donde va, las personas la reciben entre aplausos y reconocen su labor y esperan para escucharla. Esta joven tiene 16 años de edad, es vegana, no se transporta en avión para reducir la huella de carbono y fue diagnosticada con el síndrome de Asperger, un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que también se referencia como un trastorno obsesivo compulsivo y mutismo selectivo, traducido esto último, en que solo habla cuando cree que es necesario y ha aceptado que es el tiempo de hablar, que el momento es ahora, que su voz debe ser escuchada y que queda poco tiempo para abordar una labor titánica a favor de nuestro planeta.
Su lucha empezó días antes de las elecciones generales en Suecia. Greta decidió protestar frente a la fachada del Parlamento sueco, con una pancarta en la que se leía “Huelga Escolar por el Clima”. Tras las eleccione
s la joven decide faltar a la escuela cada viernes para seguir protestando, su lucha que no se alindero a ninguna campaña o partido político, tenía la firme convicción de buscar que los gobiernos asimilaran la realidad del cambio climático y actuaran frente a las emisiones de efecto invernadero. Su lucha incesante le ha permitido notoriedad y la visibilidad necesaria para erigirse como una figura líder que representa las banderas a favor del medio ambiente.
La voz de un líder en ascenso
A pesar de su corta edad, y de vivir en una época en la cual la preponderancia de lo mediático gira alrededor de la imagen física y vidas ostentosas. La imagen y voz de esta joven se levanta para poner en entre dicho las directrices y la forma en como los jefes de Estado, los líderes mundiales e instituciones globales con incidencia económica, política y social, están direccionando el mundo.
La voz y la lucha emprendida por Greta han hecho eco y han calado en todas las esferas de la sociedad, una voz que siendo aún más joven que los llamados millenials, quienes solo hasta ahora se cuestionan el futuro y se están resistiendo a ser víctimas del calentamiento global, toma cada vez más fuerza. Su voz y su lucha han traspasado fronteras y ha dado origen a un grupo juvenil de proporciones mundiales. Cientos de jóvenes se manifiestan cada viernes en más de 250 ciudades en todo el orbe, inspirando movimientos como el Fridays For Future, entre otros.
Ahora, ¿Por qué ha calado tanto las acciones de Greta Thunberg, si su discurso no tiene novedad alguna, respecto a lo que se ha dicho en ocasiones anteriores frente al cambio climático? La respuesta, aunque un poco dudosa, parece estar relacionado con su juventud, discurso frontal hacia las elites económicas y políticas, y desligado de ideologías; el ímpetu que refleja y la no asociación a ningún movimiento, ni partido político hacen de Greta una figura visible en ascenso que la han llevado a hablar en Naciones Unidas, en el XIV Conferencia sobre el Cambio Climática, el TEDx Estocolmo y la han llevado a ser nominada al Premio Nobel de Paz.
Greta, en poco tiempo se ha convertido en la personificación de un nuevo movimiento social por el cambio climático, su discurso han calado hondo y ha puesto sobre aviso una problemática que afectara el futuro de las próximas generaciones.
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