¿Cantinflas político?, ‘ahí está el detalle’

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Cinco datos poco conocidos sobre la vida de Mario Moreno, Cantiflas, que expresan su alto interés e implicación en política.
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Cinco datos de Cantinflas como político 

Mario Moreno, en su personaje Cantinflas, protagonizó más de 50 películas en la época dorada del cine mexicano. Foto: Flickr

Mario Fontino Alfonso Moreno Reyes fue el hombre que encarnó a Cantiflas, uno de los personajes más queridos y arraigados en el corazón y la idiosincrasia del pueblo mexicano, y que resultó, también capaz de identificar a muchos otros pueblos de Latinoamérica en sus cerca de 50 películas, la primera de ellas de 1936.

Este personaje, que dominó las pantallas del cine durante cuatro décadas, caricaturizaba al típico ‘peladito’ mexicano: un personaje camorrero, “macho mexicano”, algo ignorante, vivo, cínico y enredador, pero al mismo tiempo bueno, sin intenciones negativas, solo con el deseo de salir adelante consiguiendo para el día.

Nos adentramos en su vida para entender su legado político, y seleccionamos estos diez datos curiosos que ayudan a conocer mejor el talante e interés por lo público de uno de los humoristas más importantes de América en el siglo XX.

1- Aspiraciones de poder en su gremio.

En 1964, a su llegada al aeropuerto de Barajas, en Madrid. Foto: Iberia Airlines

El creador de Cantiflas, Mario Moreno, a pesar de su abultado éxito en el mundo del espectáculo, tuvo una frustración en ese entorno: aspiró múltiples veces a ser el máximo líder del Sindicato de Actores de México, pero nunca lo logró. Jorge Negrete, otro de los grandes ídolos del país azteca, lo superó siempre en la contienda. Este sindicato tenía un gran poder en las esferas políticas mexicanas, pues el boom de la industria cinematográfica mexicana los hacía líderes económicos y con una capacidad de influencia popular.

Ese interés en lo político siempre lo dejó entrever en algunas de sus películas en las que a través de discursos dejó ver su mirada del mundo.

Una de estas arengas, muy famosa, está inmersa en una de sus películas, en la que Cantinflas es el embajador de la República de los Cocos, y habla en la Asamblea de Naciones Unidas. Allí hay dos grandes bandos, conformados por los Verdes (capitalistas) y los colorados (comunistas); y Cantinflas, con su ternura e ingenuidad, alza la voz en nombre del tercer mundo y de las naciones no alineadas en contra del imperialismo.

También en entrevistas a la persona Mario Moreno él generó discursos de este tipo, aprovechaba su exposición mediática para ventilar su ideología y su protesta por lo que consideraba no adecuado.

2- Preferencia de los ciudadanos.

Afiche de su segunda película, en 1938. Para ese momento todavía no había alcanzado la fama internacional que sí le dio, un año más tarde, Ahí está el detalle, que fue un éxito en taquilla. Foto: Flickr

Durante varias décadas, en las elecciones presidenciales mexicanas miles de personas votaron por Cantinflas como su candidato, aunque el actor nunca participó en un proceso electoral en su nombre. Este hecho habla del afecto que tenía el pueblo hacia el personaje Cantiflas, pero también hacia el hombre que lo interpretaba, pues después de alcanzar el éxito, y cuando recibía jugosas ganancias por sus películas, tanto en Hollywood como en México, se ocupó de realizar obras benéficas entregando parte de su fortuna a entidades de beneficio social. También construyó un barrio en su natal Ciudad de México y entregó las viviendas como donación para familias sin hogar.

El célebre actor provenía de una familia de escasos recursos, fueron ocho hijos y el padre era cartero. Él no olvidó su origen y se preocupó de ofrecer mejores condiciones para las demás personas, lo cual la comunidad siempre agradeció.

3- Consejero de un presidente cuestionado.

Mario Moreno reunido con el presidente de México Gustavo Díaz Ordaz. Foto: en Flickr por Univisión.

Mario Moreno fue consejero del presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien gobernó México entre 1964 y 1970. Se trató de un gobierno que llevó prosperidad a la economía mexicana (crecimientos del PIB por el orden de 8% e inflación de solo 2,7%), pero que pasó a la historia por la represión a los movimientos sociales, y acusado de ser responsable de la operación Galeana, el 2 de octubre de 1968, en la que la fuerza pública mexicana arremetió contra los estudiantes que protestaban en la Plaza de las Tres culturas, en Tlatelolco, ciudad de México, y en la que murieron cientos de jóvenes.

Con el tiempo, tras la desclasificación de archivos secretos de EE. UU. se supo que Díaz Ordaz era, además, informante de la CIA.

Mario Moreno ‘Cantinflas’, quien era entonces un magnate del mundo del entretenimiento, le hablaba al oído a este personaje, de muchas maneras siniestro, y al que además se le reconocía por ejercer presión sobre los medios de comunicación, e incluso la censura de prensa.

4- Promotor del PRI ―Partido Revolucionario Institucional―.

Mural del artista Diego Rivera localizado en el Teatro Insurgentes, de México. Cantinflas fue protagonista de Yo Colón, la obra inaugural presentada en este tradicional teatro mexicano. Foto: Instagram

Este era el partido de gobierno, y que mantuvo una hegemonía de muchas décadas en México; cuando se desclasificaron los archivos de la Dirección Federal de Seguridad, que era algo así como la policía política de este país, los documentos indicaron este apoyo de Mario Moreno al partido de gobierno. Esto es coincidente con la evolución de sus películas, cuyo mensaje era cada vez más moralizante. Incluso, en algunas películas se observa un contenido claramente institucional, relacionado con los intereses y la forma de ver del partido de gobierno.

Por su fama pública, era un hombre con posibilidad de comunicación directa con los más altos niveles políticos y económicos, no solo de su nación, sino del mundo. Esto, según indican los archivos, fue utilizado en favor del gobierno.

5- La inspiración de su forma de hablar: los políticos mexicanos.

La manera de expresarse de Cantinflas fue tan particular y logró hacerse tan reconocida, que la Real Academia Española recogió como parte de su diccionario las palabras “acantinflado” y “cantinflesco”, para referirse a aquel “que habla a la manera disparatada e incongruente peculiar de Cantinflas, actor mexicano”.

Según indicó Fernando Bañuelos, crítico cinematográfico y estudioso del legado de Cantinflas, la forma de hablar del personaje es su interpretación de las luchas verbales de los políticos mexicanos de sus tiempos, y de la manera como estos se “defendían”. Esta inspiración viene tanto presidentes, diputados y gobernadores, como los creadores del sindicalismo mexicano, un movimiento al que Mario Moreno perteneció y por el que trabajó desde su discurso y sus películas.

La evolución del personaje lo llevó a profundizar cada vez más en ese lenguaje particular, y al mismo tiempo, en hacer su mensaje más moralizante: así, Cantinflas fue sacerdote, candidato a diputado, policía heroico o barrendero, en todos los casos, con un mensaje de fondo en torno a lo que debía ser la sociedad y el mundo.

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